Mientras todos miran las habilidades del futuro, pocos hablan de la estrategia clave: apoyar la salud y el bienestar
Todos hablan de IA, Big Data y nuevas skills para 2030… Pero el mismo reporte del WEF dice que 64% de los empleadores ven en la salud y el bienestar la clave para retener talento.
Dr. Christian Quiñones
9/18/2025


El Future of Jobs Report 2025 del Foro Económico Mundial (WEF) ha encendido las alarmas: para 2030, el 39% de las habilidades laborales actuales quedarán obsoletas. Los titulares se han centrado en el auge de la inteligencia artificial, el pensamiento analítico y la creatividad, o en la resiliencia y el aprendizaje continuo.
Sin embargo, hay un punto estratégico que ha pasado desapercibido: el bienestar y la salud de los empleados será uno de los principales diferenciadores para atraer y retener talento.
Pero claro, mientras tanto tú sigues contratando médicos que se van a hacer su especialidad en oftalmología exclusiva de ojo derecho en pacientes diabéticos… ¿entiendes? 🤦🏻♂️
La obsesión por las habilidades técnicas
El gráfico del WEF sobre habilidades emergentes y básicas ha sido compartido en redes sociales hasta la saciedad.
Alfabetización tecnológica, IA y Big Data y ciberseguridad se consolidan como pilares.
Las habilidades “blandas” como pensamiento creativo y resiliencia ganan protagonismo.
Competencias mecánicas o manuales pierden relevancia.
La narrativa dominante es clara: el futuro pertenece a quienes se adapten, aprendan y dominen la tecnología.
Y mientras tanto, las áreas de salud ocupacional se siguen viendo como “consultorio de primeros auxilios” o “mini clínica para curar gripa”... de risa.
El ángulo invisible: salud y bienestar como estrategia corporativa
Lo que casi nadie está comentando es que, en la misma encuesta, el 64% de los empleadores a nivel global identifican el “apoyo a la salud y el bienestar” como una de las estrategias centrales para garantizar la disponibilidad de talento en los próximos años.
Esto no aparece en la lista de “habilidades individuales”, sino en la sección de estrategias de fuerza laboral. Y es un matiz fundamental:
Mientras que las habilidades son responsabilidad del individuo,
El bienestar en el trabajo es responsabilidad del empleador.
Pero claro, ¿para qué invertir en programas de ergonomía, pausas activas o prevención de riesgos psicosociales, si puedes pagar otro diploma rarísimo de medicina súper especializada que no le sirve a tu fuerza laboral? 🙃
¿Por qué salud ocupacional = estrategia de negocio?
Retención de talento: los trabajadores jóvenes priorizan entornos laborales saludables y equilibrados por encima del salario inmediato.
Prevención de rotación: altos índices de burnout y fatiga mental disparan la fuga de talento en industrias intensivas.
Cumplimiento normativo: en México, la NOM-035-STPS y la NOM-036-STPS obligan a gestionar riesgos psicosociales y ergonómicos.
Marca empleadora: las empresas que promueven salud ocupacional y bienestar construyen una reputación positiva frente a inversionistas, clientes y sociedad.
¿Suena lógico, no? Pero seguimos viendo a empresas que gastan millones en reclutamiento y cero pesos en prevenir la fuga de ese talento.
De “área de soporte” a “ventaja competitiva”
Históricamente, la salud ocupacional se ha percibido como un área de soporte administrativo. El WEF deja claro que debe reposicionarse como eje estratégico. Un programa robusto de bienestar puede:
Disminuir incidentes laborales y costos asociados a incapacidades.
Aumentar la motivación y compromiso.
Facilitar la adopción de nuevas tecnologías al reducir la resistencia y el agotamiento.
La fórmula es simple: sin salud no hay aprendizaje, sin bienestar no hay innovación.
¿O todavía piensas que con un botiquín y un médico de medio turno ya cumpliste?
Conclusión
El futuro del empleo no será solo una carrera de nuevas habilidades. También será una competencia entre empresas para demostrar quién cuida mejor a su gente.
Mientras todos miran hacia la inteligencia artificial y los big data, el verdadero diferenciador puede ser mucho más humano: poner la salud y el bienestar en el centro de la estrategia empresarial.
La pregunta para cada organización no es solo: ¿qué habilidades necesitamos para 2030?
Sino también: ¿cómo estamos cuidando a la gente que deberá aprenderlas y aplicarlas?
Porque sí, el 39% de las habilidades cambiarán… pero el 64% de los empleadores más inteligentes ya entendió que sin salud ocupacional y bienestar, ni la mejor habilidad sirve de nada.




